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Aus: Por una cultura de paz, Beilage der jW vom 01.02.2008

Por una cultura de paz

Las guerras siguen creciendo en todo el mundo, inclusive en Alemania. Al mismo tiempo, se están reprimiendo las enseñanzas que nos dejó la Segunda Guerra Mundial. Una editorial
Von Harald Neuber
Motivo contra ejércitos imperialistas, del pintor alemán Thomas
Motivo contra ejércitos imperialistas, del pintor alemán Thomas J. Richter

Alrededor de 20 000 personas se reunieron el 19 de abril de 1945 en el campo de concentración Buchenwald. Solo una semana antes fue liberado el más grande campamento de prisioneros de los nazis. Mientras que el ejército de Estados Unidos avanzaba hacia las tropas alemana fascistas, los mismos prisioneros organizaban un levantamiento y expulsaban a los funcionarios del campamento. Sin embargo, fue una victoria amarga. Alrededor de 56 000 personas murieron en Buchenwald: trabajadores obligados a laborar provenientes de Europa Oriental, comunistas, socialdemócratas, prisioneros de guerra y judíos. Mientras que en Berlín el ejército de Hitler todavía luchaba contra los aliados, se reunían las víctimas en Buchenwald para hacer juntos el juramento, que durante decenios, se convirtió en el lema político: »!Nunca más fascismo!, !nunca más guerra!«

Desde ese entonces, el nombre Buchenwald existe para las dos partes de Alemania. En este lugar se sintió el odio ciego de los fascistas, quienes fusilaron, asfixiaron con gas y mataron de hambre a cientos de miles de personas. Este delito ocurrió solo a pocos kilómetros del castillo barroco Ettersberg, en el que un siglo antes, vivió y trabajó Johann Wolfgang von Goethe, el más famoso representante de la época clásica alemana; un ilustrado y demócrata. Por esa razón, Buchenwald nos recuerda hoy en día que la cultura y la civilización siempre se deben defender contra la barbarie y el fascismo.

Esto también lo sabían las víctimas sobrevivientes de Buchenwald. Tras tantos años de guerras y sufrimiento tenían todos los motivos para odiar a los soldados. Sin embargo, sucedió lo contrario: »Nosotros agradecemos a los ejércitos aliados de Estados Unidos, Ingleses, Soviéticos y todos los ejércitos a favor de la libertad«, así decía en el juramento de Buchenwald. Como el escritor Goethe, las víctimas del fascismo se habían propuesto »la construcción de un nuevo mundo de paz y libertad«.

Durante más de cuatro décadas estos pensamientos se habían defendido en Alemania. Este país estuvo dividido desde 1949 hasta 1989. Con la República Democrática Alemana (RDA) existió un estado que resultó de la Alemania fascista vencedora. Fue un estado que hizo suyo el juramento de Buchenwald: »!Nunca más Fascismo!, ¡nunca más guerra!«

Sin embargo, los tiempos han cambiado. Junto con la Unión Soviética desapareció en 1990 también la RDA y finalizada esta se retornó al militarismo en Alemania. Solo un año después del final de la RDA cruzaban barcos de guerra alemanes en el Golfo Pérsico. Luego en 1999 volaban las bombas alemanas en la guerra de los ataques de la OTAN dirigidas a Yugoslavia. Allí, donde 50 años antes, los soldados del ejército fascista de Hitler destruían pueblos enteros en las guerras contra los guerrilleros, cayeron una vez más bombas alemanas. Hoy en día, se encuentran movilizados alrededor de 7000 soldados alemanes en todo el mundo desde los Balcanes hasta Afganistán.

¿Qué tiene que ver todo esto con la Feria del Libro? El nuevo militarismo en Alemania está unido con la inmensa campaña publicitaria. Grandes consorcios de los medios de comunicación quieren hacernos creer que los soldados alemanes van a traer la libertad en Afganistán, mientras que siempre nos llegan nuevas noticias de la cantidad de civiles muertos. Todos los días vemos en el periódico o a través de la televisión que están llevando a cabo, junto con Estados Unidos, una »guerra contra el terror«, mientras que en Iraq, el terror contra las personas pertenece a la vida cotidiana. En los últimos años se han editado en Alemania cientos de libros para convencernos que las nuevas guerras, son guerras buenas. No creemos eso. Nosotros pensamos que lo de Afganistán e Iraq no se trata de paz, ni de libertad, sino de intereses económicos y estrategias geopolíticas. Ante las nuevas propagandas guerreristas respondemos con la frase escrita por Martí en 1876, cuando se refería al México bajo el mandato de Porfirio Díaz: »... ese militarismo nos irrita«.

Por esa razón para la XVII Feria Internacional del Libro preparamos esta edición especial. Esta edición y el stand del periódico Junge Welt están dedicados al tema »Guerra y Paz«. En las próxima páginas Usted podrá leer como el ejército alemán hace publicidad en la feria del libro para atraer a la nueva generación. Se trata de juegos de computadora, en los que tienen lugar invasiones militares en Latinoamérica y se trata del movimiento de paz alemán. En nuestra entrevista, el último primer ministro del Gobierno de la RDA, Hans Modrow, habla sobre Cuba. Es una edición relacionada con una cultura de paz opuesta al nuevo militarismo alemán. Es una edición que en estos tiempos de crecientes guerras se aferra al lema, que ha sido el más importante de todos los tiempos: »!Nunca más Fascismo!, !nunca más guerra!«

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